La iglesia no siempre se desarrolló como la conocemos. Hubo un tiempo en que los cristianos se reunían en torno a mesas, incluyendo a los forasteros y a los pobres, comían juntos y hablaban de Jesús. Esta forma de iglesia se desarrolló principalmente durante los primeros trescientos años del cristianismo y fue muy eficaz para acercar a los perdidos a Jesús. Si bien la iglesia de hoy es muy significativa para los seguidores de Cristo, no está ayudando a nuestros vecinos perdidos ni a encontrar su camino hacia el Salvador. Esta es una gran preocupación para las iglesias de Jesús, todas las cuales están llamadas a participar en el rescate.
Este pequeño libro examina cómo sería para una iglesia tradicional fundar una iglesia de cena en un barrio cercano y necesitado. Apocalipsis 3:20 deja claro que Jesús aún quiere cenar con los pecadores. Eso probablemente significa que quiere que su iglesia ponga la mesa.
